lunes

Desde ti, hasta el cielo .... Madrid

Enlazados y enredados,
A veces olvidamos fluir, atrevernos con la libertad y caminar en silencio. Las experiencias recorridas a lo largo de mi vida me han echo reflexionar sobre el miedo al vacío que sucede cuando dejamos ir, soltamos y aceptamos lo que la vida nos da, somos capaces de mantener relaciones que no evolucionan a la par solo por miedo a saltar de lo conocido, a lo que nos queda por conocer. Los va y vienes  del corazón siempre me han acercado más a mi misma, quizá enseñándome el camino al amor propio más que a la dependencia de mantener a alguien al lado por comodidad, acomodamiento o quizá pánico al cambio.
Me gusta caminar en silencio por Madrid, cuando cae el sol. Sintonizo a Bon Iver en mis cascos y la ciudad parece bailar al son de la serena música que retumba en mis oídos. Los caminantes siguen sin poder controlar la rapidez de la ciudad y mueven sus cuerpos hacia delante con ansiedad, quizá no lleguen a tiempo para cenar .. Suelo pensar.
Camino sin hora de vuelta hasta que mis largas piernas me piden volver a mi cueva. Dicen que de esta ciudad se llega al cielo, posiblemente en alguna ocasión callejear por aquí me haya acercado a mi propio cielo, a mi libertad, a mi.
Estas calles nocturnas parecen no dormir nunca, los amores adolescentes y maduros vagan por los mismos bares con aspecto desaliñado. Al cruzar la esquina me saluda la travesti de mi barrio, debe ya conocer todos mis movimientos, mis horarios y mi gusto por los cafés "take away" gigantes. Le sonrio como cada día y continuo caminando, aún necesito más de estas cuadras antes de volver a dormir. Aquí, no importa la hora en la que te desveles, si no puedes  conciliar el sueño, puedes fácilmente ponerte tus pisamierdas y bajar sea la hora que sea a recorrer la ciudad, ella nunca duerme.
Los despertares en cambio son agresivos, recorrer la gran vía con mi pequeño clio puede ser un buen comienzo para poner mis capacidades de respiración y calma a punto! Madre mía, aquí no se entiende eso de que nunca deberás adelantar por la derecha! La primera semana que conducí en Madrid realmente fue impactante. Jamás sentí tal ansiedad metida en un coche.(-Eres igual de rápida que todos ellos o te comerán Nagorita... )Pensaba en mi abuela diciéndome esto al oído.
Esta ciudad tiene carácter, te da, te quita y te vuelve a recomponer. Las oportunidades son enormes para alguien capaz de verlas y estar despierto. La libertad está al alcance de quién se lo proponga, esta ciudad es la puesta a punto para la madurez, para desechar lo que no sirve y volver a nacer sabiendo lo que se quiere y agarrándote a la solidez de tus pies en el asfalto. Siempre siento que Madrid es mi ciudad en transición. La ciudad que soporta mi cambio, mis dudas
de adolescente camino a los 30 que comienza a plantearse.... ¿Y ahora que ?
Posiblemente esta ciudad no será la ciudad que me vea envejecer, digo esto porque siempre soñé con poder ver crecer mi familia frente al mar, y probablemente así será, bueno quien sabe.... La vida aquí me enseña que todo es movible y que los planes solo son eso.... Planes. Lo presente es lo que cuenta.
Gracias Madrid !




1 comentario:

  1. Paco4:54

    Quizá los que somos de allí, no lo valoremos tanto como los que provenís de fuera, pero si hay que admitir que tiene su magia pasear por calles que si hablasen, nos asombrarían con la cantidad de historias que han presenciado. Creo que uno es de donde se siente, y no tiene porque ser sólo donde ha nacido. Un placer haberte conocido, charlado y ahora leerte. Un beso Nagore

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